María Felicitas Aguilar Miranda de 51 años de edad y egresada de la licenciatura en Enfermería de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz
Cosautlán, Ver.-“Antes de la creación de esta universidad encontrar oportunidades para que personas como yo nos preparáramos era muy difícil, ya que por la edad no se nos tomaba en cuenta, sin embargo con la existencia de un modelo educativo como el que desarrolla esta casa de estudios podemos tener acceso a la educación y superarnos” comentó María Felicitas Aguilar Miranda de 51 años de edad y egresada de la licenciatura en Enfermería de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz.
Indicó que gracias a la flexibilidad de su método de estudio y facilidades que otorga para que tanto hombres como mujeres tengan igualdad de oportunidades para estudiar una carrera, participa de forma comprometida en el abatimiento del rezago educativo que aún existe en el estado, por lo que es importante que la universidad siga extendiendo sus programas de estudio por todo el territorio veracruzano.
En ese sentido destacó que basado en el lema de “una universidad del pueblo y para el pueblo”, brinda educación de calidad a todo aquel que desea acceder al conocimiento sin hacer distinción de ningún tipo, por lo que amas de casa, obreros, profesionistas, personas mayores de edad, campesinos y jóvenes, encuentran el espacio ideal para superarse a través de las diversas licenciaturas que ofrece.
Señaló que como estudiante de dicha institución se siente muy satisfecha con la formación que recibió de parte de sus asesores solidarios, pues además de transmitir conocimientos del área en la que se preparan, también crean empatía con ellos y los llevan de la mano al ejercicio responsable de su actividad humanista, pues los valores así como la vocación de servicio que les otorgan, nutren su aprendizaje al igual que su desarrollo profesional.
Comentó que para ejercer la profesión de la enfermería es necesario tener madera para realizar las actividades de asistencia en el área de la salud, puesto que es una profesión que además de ser práctica, es también humanista, consiente y delicada que se debe honrar con el ejercicio responsable de esa vocación de servicio hacia sus semejantes.
“Agradezco a la UPAV y al rector Andrés Blancas Portilla por abrirnos las puertas a la superación, esta universidad ha transformado nuestras vidas de forma importante, nos ha formado no solo para reforzar nuestros valores sino para que también recobremos el sentido humano y sepamos crear empatía con la profesión que hemos elegido para con ello enaltecer no sólo la labor de la enfermera sino también enaltecer el prestigio y calidad de los estudios que recibimos en esta institución”, concluyó.
