Escalestrix

martes, 4 de agosto de 2009

Scalextric es un fabricante de modelos en miniatura de coches de tracción eléctrica para carreras sobre pistas con una ranura que hace de guía y de toma de corriente, también llamados slot.

El nombre de Scalextric proviene de la contracción de Scale X (o escala variable) y Electric. "Scalex" ("escala variable") fue el nombre escogido, ya que al principio la escala de los modelos era muy variable. Finalmente, la escala resultó ser de aproximadamente 1/32, aunque puede variar de un modelo a otro, especialmente en los modelos de rally.

La denominación Scalextric se ha convertido, al menos en España, en un nombre genérico para este tipo de coches eléctricos de modelismo

¿Cómo escribió Gustavo Cadena? ¿Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos? Creo que era algo así, el caso et la chose est que, la fracesita me hizo recordar una de las mejores épocas de mi vida que, aunque fue dura para mis padres, obviamente para mi no lo fue tanto, baste recordar que nací en el ’69 (un extraordinario número, no me lo van a negar) del último tercio del siglo 20, al mes de nacido, el hombre me regaló la luna y uno de los astronautas dijo algo como: “Un pequeño salto para el hombre pero un gran salto para la humanidad”.

Ese mismo año, Lenon escribió Imagine y fue, creo recordar, el principio del fin de la disolución de The Beatles, ese mismo año nació la red de redes o World Wide Web (WWW como se conoce hoy día) y entre otras cosas, el final de los 60’s y principio de los 70’s resultó ser, a final de cuentas, el inicio de lo que Douglas Copland bautizó como Generación X y que hoy, 40 años después, es la que se encuentra, prácticamente, al frente de la conducción de los dominios y conductos del estado.

Fidel Herrera ronda los 60 años y va pa’ Juárez su administración gubernamental, sólo un tonto no tendría aspiraciones de llegar a la presidencia de la República, creo que Fidel no puede dejar pasar desapercibida esta ocasión, Esta generación (La X de la cual Fidel no forma parte pues, se bautizó así en 1964 en Reino Unido) se vio afectada por el bombardeo del consumismo de los años 1980 y principios de los años 1990, la manipulación del sistema político, la llegada del internet, cambios históricos como la caída del muro de Berlín, el fin de la guerra fría, la aparición del SIDA entre muchos acontecimientos que crearon el perfil X.

Incluimos entre otros, la música (el rock marcó todo un hito en la historia), el arte, las ciencias (quién no leyera en aquella época la revista Muy Interesante y las dos publicaciones del CONACYT, (aunque sea por accidente) no vivió plenamente esa época, Michael Jackson y Madona se peleaban por los primeros lugares con grandes e internacionales grupos de Rock –incluido el rock en tu idioma, otro boom de la época- y películas como Star Wars y Superman o rocky entre otras, hicieron historia.

Pero en nuestro país, el Revolucionario Institucional ya tenía presencia tecnócrata con Carlos Salinas de Gortari y desde antes con Miguel de la Madrid Hurtado, el mismo que hizo del Fondo de Cultura Económica, una de las editoriales más caras del país y que había fincado las bases para una “modernización” del país que no nos condujo a ningún lado.

Fue la primera vez que voté y perdió mi candidato, Lázaro Cárdenas, frente a Salinas, aunque Cloutier también llamó mi atención, no tuvo el mismo ímpetu que Cárdenas, ni la misma simpatía; total, que ya en los 80’s, en pleno salinismo, comencé a trabajar, había lo que hoy llamamos –algunos, los que lo recordamos realmente- poder adquisitivo, un asombroso –por la época- poder adquisitivo, total que, cobraba como 2,500 millones de pesos a la quincena y cuando llegaba la siguiente, todavía tenía dinero de la anterior, hoy, por más dinero que gane, no me alcanza ni para pagar la renta.

Fue la época en la que jugueterías como Exin, Lily Ledy y otras, fabricaban los mejores juguetes que he conocido en la historia y los reyes magos me regalaron una Scalextric de Exin, lo máximo en autopistas de juguete (todavía hoy), además, Lily Ledy fabricaba modelos a escala de los mejores trenes que circulaban por el mundo, recuerdo que mi papá me regaló “El Jarocho”, con sus vías de fierro y sus vagones detallados con tal exactitud que se les podían contar las costuras y los remaches.

Cuando salió Salinas, se nos vino encima el error de diciembre y todos comenzamos un amargo año nuevo del que no nos hemos podido reponer, “el sub” hizo alharaca y por más muertos que hubo en el país (si es que en verdad los hubo, hoy lo dudo mucho), esa pequeña revuelta no causó más conflicto que el posicionar al último presidente priista en una situación favorable, aunque después tronara como ejotito.

La Scalextric que tenía, junto con “El Jarocho” –hoy, los trenes de pasajeros los vemos sólo en Harry Poter, pero en el país, ni por favor- formaban un circuito que me mantenía horas entretenido, hasta que el tren pasaba a traer alguno de los cochecitos (generalmente, no sé porque, arroyaba antes al Ferrari que al Porsche), no me voy a poner a contar que, además, me ponía a construir puentes, ya sea sobre arroyos o sobre lagunas e incluso, puentes a gran altura que iban de la cama de mi hermana a la mía.

Se sustentaban con palitos de paletas que formaban torres, o con cubos de madera, que resistían más que los primeros, por lo menos, hasta que llegaban la Pirry o el Bull y me los echaban abajo, pero era divertido, por lo menos, hasta que mi papá no comenzara a decir: “Chamaco, deja eso y ponte a hacer algo de provecho”.

Curiosamente hoy, que una frase de un periodista reconocido, con una habilidad increíble para el asunto del manejo de la pluma y enfocarla perfectamente hacia donde tiene que ir, me recordó muchas cosas, me entretengo recordando la Scalextric; caramba, como es posible que un adolescente (todavía un niño pues) fuera capaz de construir enormidades con tan poco pero con mucha imaginación, recuerdo las memorias de López Portillo, el presidente que más hizo en menos tiempo y el mismo que dilapidó mucho más en mucho menos tiempo, apegado al espejismo que significó el boom petrolero y que hoy, mantiene al país prácticamente paralizado.

Tanto la Scalextric como “El Jarocho”, eran juguetes que se podían manipular a distancia, con un par de controles, hacer cambios de vía, desenganchar furgones, andar pa’ delante y para atrás, componer (o enmendar que es lo mismo) los errores que se cometían y después, lo mágico: descarrilar el tren, hacerlo caer de las alturas o hacerlo chocar con los bólidos de la Scalextric.

Hoy, creo que la política funciona igual, los políticos, tanto los de los gobiernos estatales como los de los municipales, tienen en sus manos una Scalextric y cada uno, según su preferencia, un trenecito Lily Ledy, se ponen a jugar con ellos y hacen lo que quieren y si no me creen, les explico a guisa de ejemplo:

Hace unos días, una niña se manifestó porque quería entrar a la UV y se encadenó e hizo faramalla, se dejó manipular (son muy obvios los que quieren sacar raja de la situación) amenazó con quemarse y por fin, el gobernador le dio un lugar en el tontológico de Xalapa (en el rancho de la chamaca también hay tontológico) porque no había lugar en la universidad y era prácticamente imposible conseguir uno y apenas un par de horas después, que anuncia un corrimiento en la UV y que aparecen 500 lugares para igual número de buscadores de lugar en la universidad.

Antes, hizo cierto berrinche por el destape de Héctor Yunes, puso a trabajar a toda la maquinaria del estado en contra del personaje en cuestión, pagó o dio dinero a la gente de prensa que sirve a sus intereses y aun así, no ha podido parar la marcha del insurrecto, pero por otro lado, prepara la embestida con un Panzer de los de la segunda guerra mundial, lo ha movido estratégicamente pasándolo de Protección Civil a SEDESMA.

Pero ahora, también convirtiéndolo en el súper secretario y colocándole una maleta tipo Santa Claus y apareciéndolo por donde haga falta y haiga cosas que hacer, incluso, hay quienes dicen que maneja SEDESMA, Educación Pública, Protección Civil y sin-cuenta cosas más, todo esto con el fin de… ¿De qué señor gobernador? ¿Es su Scalextric o su Jarocho de juguete? Pregunto porque, ante todo esto, hasta el día de hoy, no he escuchado decir al secretario de gobierno una palabra, ni siquiera, esta boca es mía.

Y bueno, uno piensa y piensa en cosas de cuando era niño, de cuando éramos, como escribió Cadena: Nosotros, los de entonces… Y hay tal similitud entre las cosas de entonces y las de hoy que, sólo esbozo una sonrisa y me planteo: ¿Con todo, será posible que no exista piedrita en el camino capaz de descarrilar el Ferrocarril o hacer chocar los cochecitos de la Scalextric?

Porque bueno, no entiendo mucho de policíaca pero dicen, DICEN, a mi no me consta, que los policías asesinados con saña, uno de ellos junto a su familia, donde ardió su casa y niños murieron asfixiados y quemados y el otro balaceado y con un “curriculo brillante” tenían sus queveres con el gober… ¿Será cierto?

En fin, yo seguiré recordando mi Scalextric y mi “Jarocho” de Lily Ledy, y de aquella época en la que era Dios manejando la infraestructura ferroviaria y carretera (y con pocos recursos sobre todo) y –como dice la canción- donde todo sabía mejor.
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