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Coaliciones: choque de trenes

jueves, 5 de noviembre de 2015

Uriel Flores AguayoSe perfilan con suficiente claridad dos coaliciones electorales para la competencia sobre la minigubernatura y las diputaciones locales de Veracruz: una, lleva al partido oficial y a sus aliados; otra, suma a las oposiciones mas fuertes. Es un derecho legal, político y democrático que tienen los partidos políticos, no hay coaliciones buenas y coaliciones malas. Por un mínimo de decoro y sensatez deben dejar que se constituyan y compitan electoralmente. De pena ajena y espectáculo denigrante resultan las voces que descalifican a los opositores aliancistas y aplauden al oficialismo con su sopa de letras. Al concretarse ese escenario la lucha electoral sera mas real y competida, presentándose una oportunidad seria de alternancia. La realidad de Veracruz, con sus abundantes problemas, justifica que las oposiciones dejen el aislamiento y la marginalidad para proponerse gobernar.

Todo seria fácil, como marcan los libros y las leyes, si viviéramos en democracia, donde se respetan las libertades y se promueve la participación ciudadana. Pero no es así, acá hay que luchar, vencer miedos e intereses de corto plazo. No va a ser sencillo conformar la coalición opositora, tampoco hacer campaña limpia y obtener mayoría. Se tiene enfrente una añeja y mas o menos solida maquinaria de poder que, con todo y sus divisiones y falta de oferta novedosa, va a intentar por todos los medios mantenerse en el poder. En la medida que avancen las campañas, superados los obstáculos iniciales, se despejaría el panorama y se vencerán resistencias de todo tipo, incluidas las tentaciones autoritarias. Por experiencia en competencias electorales tanto municipales como nacionales llegaría un momento, puede ser a media campaña, en que las tendencias pongan a cada quien en su lugar y se eliminen anacrónicas amenazas a la normal expresión ciudadana.

Es evidente que el momento social, político y económico que vive Veracruz favorece la llegada de la alternancia en el gobierno; obtener ese resultado tiene sustento en una realidad muy difícil para los Veracruzanos, que anhelan cambios y justicia, pero sobre todo en la construcción de una fuerza política y ciudadana que presente un programa viable y amplio. Todo falta por hacerse, nada es fácil: “del plato a la boca se cae la sopa”. Las oposiciones aliancistas deben llegar lo mas unidas en lo posible, con liderazgo y organización, con apertura y estrategia de poder. Seria un error grave que la coalición opositora se hiciera sectaria y de autoconsumo, al contrario, debe sumar a las mas variadas y representativas expresiones sociales para integrar un bloque solido que le permita ganar mayoría y gobernar con consensos. Es deseable que, de inicio, se haga un esfuerzo por sumar a otros partidos, para presentar una oferta electoral mas amplia y comprometer con una agenda plural al nuevo gobierno, que no debe ser persona lista y de un partido.

Hace casi tres años se hizo el que ha sido el mas cercano intento de coalición opositora en Veracruz; contra ese esfuerzo se movilizaron todos los recursos del gobierno hasta derrotarlo. Fue brutalmente exhibida la falta de un estado de derecho en la concertación de instituto y tribunales electorales para ejecutar una consigna política; también se dieron cita medios de comunicación y mercenarios de los partidos signantes. Se violaron derechos políticos de afiliados y dirigentes y se devaluó a las oposiciones. Estuvimos en una jornada oscura de Veracruz, que no debe repetirse. Desde el oficialismo se gestiono y obtuvo la mayoría legislativa y de los cabildos; lamentablemente solo lo hicieron para seguir mandando de acuerdo a intereses muy particulares. Vean las consecuencias en los escándalos de algunos Ayuntamientos y en la docilidad de un congreso que no nos representa.

La coalición opositora debe convencer de sus ideas, integrantes y fines; no puede eludir que recibiría votos de la inercia del descontento, pero mal haría si se conforma con ese tipo de votos; al contrario, su tarea sera la de ganar votos conscientes de la necesidad del cambio pero también de las dificultades del momento; habría que ser muy claros en los obstáculos que tendría un gobierno de la alternancia en un estado endeudado y con serios niveles de ingobernabilidad. No debe haber ningún tipo de confianza extrema, si optimismo; no es juego, hay de por medio muchos intereses, incluso de los de tonos muy oscuros. Sumar voluntades para el re lanzamiento de Veracruz, supone claridad de ideas y asumir un claro compromiso por otra manera de hacer política y gobernar. Rostros firmes en pos de esperanzas. El triunfalismo es el veneno que se debe eludir. Una postura democrática incluye el respeto a otros partidos que decidan no participar de la coalición opositora que se anticipa mayoritaria; tendrán sus razones y deben respetarse.

El debate entre la coalición y de esta con la sociedad no es ideológico y se limita a la entidad; se basa en un programa democrático sin apellido, como dijo alguna ves Krauze. Su objetivo central es la alternancia en el gobierno para implementar un programa democrático, de justicia y de amplia y promovida participación ciudadana. Solo con gobierno y sociedad fuertes, basados en la información, la transparencia y la honradez, habrá seguridad y paz publicas, recursos para el desarrollo, derechos a salvo y defensa efectiva de los intereses colectivos. Se busca tener un gobierno democrático que respete la forma de pensar de cada quien, la libertad de expresión, garantice el estado de derecho, respete la división de poderes, abra las puertas del palacio, ahorre en gastos superfluos y lo aplique a los programas sociales, etc. De no haber alternancia nos espera un proceso muy delicado de decadencia y degradación.

Uta.1959@gmail.com

Recadito: Lunes 9 de noviembre, taller sobre democracia en el CESEM; ahí vamos poco a poco.


Pobre política pobre

martes, 27 de octubre de 2015

Uriel Flores AguayoLa crisis aguda y permanente que estamos viviendo, con impactos de sobresalto y terror en la seguridad y paz públicas, tiene que ver con la forma que han adquirido los gobiernos de nuestro país, marcadamente el federal y los estatales. Se han vuelto aparatos de auto consumo, administradores (pésimos) del erario, gobernantes virtuales, ultra facciosos, ajenos a los problemas sociales y, especialmente, dedicados a ganar elecciones con pretensiones de perpetuarse en el poder. Sin talento, sin convicciones, sin eficacia y, muchos menos, sin transparencia y apertura, aparecen en el papel, dicen algo -lo que sea-, dejan hacer y pasar, practicando una política excluyente y depredadora.

La apuesta de los gobiernos de ahora es la desinformación y la pobreza, sin visión moderna y democrática, sin contrapesos, sin rendición de cuentas, con personalísmo y con planes de grupo; no se les ve nivel de Estado, ni compromiso social y colectivo. Siguen la ruta de la regresión en todo, del inmovilismo, de la prioridad del negocio y los amigos. Sobre esas bases se establece la impunidad, la corrupción, la violencia y, lo peor, el enclaustramiento de la ciudadanía en el silencio, el miedo y hasta en la contaminación con los vicios del poder.

Significativos y preocupantes resultan los comentarios del Gobernador Duarte, en charla informal con periodistas que, en ejercicio de su trabajo, lo difunden ampliamente. Dice el gobernador que va a ganar las elecciones “llueva o truene”, que puede hablar como priista porque es sábado, que va a destruir a la oposición, que sus enemigos están afuera de su partido y que coloca al frente del PRI a un “guerrillero”, entre otras confesiones inauditas. Seguramente casi todos los gobernadores y el propio presidente Peña, piensan lo mismo, pero no lo dicen, son cuidadosos de las formas. Exponerlo así puede ser por euforia, sinceridad-ingenuidad o meramente como aviso al auditorio opositor.

Estamos ante un discurso pobre y premoderno, anacrónico y dinosaurio. Es el mensaje y las formas de los setentas, cuando se podían controlar todos los factores. Habla de una visión corta, que ya no aporta nada al desarrollo de Veracruz, que introduce inestabilidad y seguramente fracasará. Si en esa estrategia se alinean todos los dirigentes priistas, lo cual ya es dudoso, van a tener problemas con una sociedad más urbana, más joven y mas informada. Antes de proponerse mantener el poder a toda costa deben hacer el balance de su paso previo y actual en el gobierno de Veracruz, hacerse cargo de los indicadores sociales, de los niveles de inseguridad y, sobre todo, del desarrollo democrático .

Con la reprobación y alarma ante un discurso tan limitado, fuera de época, uno puede pensar que han perdido las proporciones de la realidad, que viven en una burbuja, que ya no tienen nada que aportar y que, con esos tonos agresivos y oscuros, se constituyen en un verdadero peligro para Veracruz, dado que se muestran intolerantes y, aparentemente, dispuestos a lo que sea, hasta a llegar a la violencia física, para sostenerse en el poder.

Creo que hay mucho de espejismo, extravío y soberbia en esas posturas de aparente hegemonismo y de manotazos en la mesa. Además de un obvio error de apreciaciones y cálculos. No entienden que hay muchos factores claves que no controlan, las variables que no están sujetas a consignas o buenos deseos. Me explico: Con todo y sus fallas hay partidos nacionales de oposición que no van a ceder su derecho a gobernar y que se van a defender con sus espacios de poder ante cualquier embate y ofensas; hay una oposición real a nivel local, no todo es membrete y palerismo; pero lo más importante es la voluntad y libertad de amplias franjas de veracruzanos que van a sufragar sin que haya manera de impedirlo o condicionarlo; si mucha gente, como es perfectamente posible, se decide a participar, polariza y suma voto útil, no habrá amenaza ni sueño guajiro que lo impida.

Desde el autoritarismo y las formas tradicionales del gobierno y la política siempre se ha pensado que controlan todo, que tiene la varita mágica para decidir resultados electorales, pero siempre se dan de frentazos con una realidad que les recuerda que no son genios, que también son humanos y totalmente falibles. Recuérdense las alternancias federales del 2000 y el 2006, las estales en muchas entidades y las municipales en Veracruz. Cuando arranquen las campañas y vean la respuesta de los ciudadanos tal vez se arrepientan de sus excesos y su anacronismo. Lamentablemente, no aprendieron nada positivo.

Ufa.1959@gmail.com

Recadito : Taller sobre agenda democrática el 9 de noviembre en el CESEM


Consenso Conceptual

martes, 20 de octubre de 2015

Uriel Flores AguayoJunto a un grupo de estimados y valiosos xalapeños estamos reuniéndonos para reflexionar sobre la necesidad de promover la participación ciudadana en nuestra vida pública; se trata de llegar a un consenso conceptual, a las definiciones sobre el quehacer democrático para Xalapa. De inicio, nos concebimos como promotores, sumando voluntades e iniciativas, asumiendo que, sin participación ciudadana, nada tiene remedio. Se requiere un proyecto de municipio basado en una agenda ciudadana con perspectiva democrática, donde lo público tenga la elección y el control de la gente. Obviamente no se trata de una línea electoral, ni un grupo más, pero si tenemos clara la necesidad de contar con gobiernos honestos, abiertos y transparentes; de ahí que será ineludible impulsar el sufragio libre para contar con autoridades representativas.

La lucha que tenemos enfrente es la competencia de ciudadanos contra clientelas, el fortalecimiento de la sociedad, para que sea mucho mas informada y ejerza derechos. No hay otra manera de ganar desarrollo y paz, con miedo y opacidad los resultados son ineludiblemente negativos. Vamos contra la política tradicional, superflua y clientelar, porque ha demostrado sus efectos nocivos para la buena marcha del municipio. Lo que logremos organizativamente pasa por formas horizontales, ideas novedosas, compromiso social y la esperanza de un presente y futuro diferente y mejor. A estas alturas la política tradicional es solo partidista y se realiza a espaldas de la gente; los políticos tradicionales no dialogan, no consultan y casi solo piensan en sus proyectos personales y de grupo.

No hay choque con los partidos políticos; si bien nuestro sistema es muy limitado y deformado, con una clase mediocre y voraz, los partidos son insustituibles como estructuras de mediación para la expresión popular y la conformación del poder público. Nos proponemos dialogar con todos, especialmente con los que tengan mayores rasgos democráticos; es posible, revisando el papel y las contribuciones de todos, converger en agenda democrática. No vamos a ser plataforma electoral, en nuestro ámbito e iniciativas caben todos los ciudadanos, independientemente que estén afiliados a algún partido. Se vale hacer política, es indispensable como ciudadanos, sin caer en el error fatal del corporativismo partidista. La línea que divide al ciudadano del político, cuando de organización se trata, es muy delgada, apenas visible; por eso, para no simular y desilusionar, hay que tener mucho cuidado. Aunque no se contaría con burocracia si debe haber reglas muy firmes y claras.

En esencia somos ciudadanos con preocupaciones por el deterioro de nuestra vida pública, por la precariedad democrática y la falta de un proyecto común e incluyente. Pretendemos darle centralidad a las ideas democráticas, promover la participación informada y sostenida de la gente en los asuntos colectivos, convocar y exigir dialogo y resultados a las autoridades hasta darle un rumbo claro y normal a nuestro municipio. Aunque las élites locales debieran poner el ejemplo democrático, casi siempre son un reducido número de personas los que muestran mayor animo por nuestros problemas; ahora hay que ampliar ese interés, darle rumbo, apuntar los temas y pasar a las acciones. Se trata de unir, con perspectiva democrática, las muy variadas inquietudes, propuestas y protestas sobre la vida de nuestro municipio.

De primera y casi definitiva importancia es el Cabildo, donde deben estar representada nuestra pluralidad, con autoridades capaces y comprometidas; se requiere, por lo tanto, un cabildo abierto, activo en el tratamiento de nuestros grandes problemas y oportuno y valiente para fijar postura sobre las decisiones federales y estatales que afectan al municipio. En cuanto al presupuesto y a las políticas públicas el Cabildo debe ser absolutamente transparente; se decide, ni más ni menos, sobre los recursos de todos los Xalapeños el propósito mínimo es que el Cabildo delibere públicamente sobre asuntos mayores de interés colectivo, que sea una verdadera casa del pueblo. No ayudan ediles omisos, opacos y ociosos. Xalapa, necesita y merece ediles representativos y capaces, independientemente del partido político por el que lleguen al cargo.

No tenemos afanes de coyuntura, el compromiso democrático viene de siempre y es una forma de vida; por lo tanto, seremos constantes y duraderos, más que una sigla, buscamos coincidencias en el diagnostico, los conceptos, la agenda y las acciones. La trayectoria de los impulsores de esta Promotora Ciudadana habla por ellos. Se mandara un mensaje potente, firme y todo se hará con rapidez; no hay tiempo que perder, a riesgo de ver como se hunde al municipio en la inseguridad y el abismo del partidismo y las clientelas, algunas ellas de plano esclavistas. Aclaro que el clientelismo no conoce de posición social, lo mismo se aplica para el pobre que para el rico. En un par de semanas estaremos convocando a la conformación de esta Promotora Ciudadana que esta por lo mejor de Xalapa.

Ufa.1959@gmail.com

Recadito: Seria sano saber cuánto del presupuesto municipal se utiliza para primitivos grupos de clientelas en Xalapa.


 
Director General : Carlos Morales Tapia | Jefatura de Información | Radio, Columna y Espacio Informativo
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