Un café por favor… Veracruzano

(retweet)

Un periodista de sucesos en España decía que la crónica de los malos gobiernos es la crónica de los crímenes de la época y que en buena parte de los crímenes hay mezclados policías, bien como ejecutores, bien como encubridores y que esa sensación de impunidad con la que actúan viene de arriba. Bajo esta premisa me pregunto:

1.-se podrán resolver los casos de desapariciones y asesinatos de periodistas en este contexto.

2.- Quién será el valiente que diga la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad

Carlos Morales Tapia

Matóla, violóla y encostalóla

Carlos Samayoa Lizárraga

Director fundador de

La Revista Alarma

Mejor no des detalles

Prefiero que te calles

Que me evites que te halague

Con piropos y verdades.

Y me debes año y medio

Mucha sangre tu me debes

Y tu culpa es mi remedio

¡sean benditos tus deberes!

Café Quijano

Cuando se puede, todo es posible ¿ O cómo era? ¿Todo es posible cuando somos muchos? No lo recuerdo y a estas altura, ya no importa, lo que sí recuerdo es mi mocedad, cuando “la palomilla”, “la pandilla”, “la banda o bandera”, “la flota” o cualquier otro nombre que se le quiera dar al montón, se enojaba con uno y le echaban “monterrey”, “montaña” o como vulgarmente se dice: montón al primero que se interponía en el camino de, mínimo, el que manejaba la manada.

Después, sobre la marcha, se aprendió que, cuando un montón se enfrenta a otro, los cocolazos se ponen de a peso, los catorrazos salen más “baras” por “kilate”, “el trompo se rifa más chido”, en fin, que, podríamos pasarnos un buen rato masticando caliche y la verdad, no pocos van a entender que, cuando se es un grupo numeroso, siempre gana el que tiene más, aunque esté menos preparado, ah, no es alusión personal.

Pero sí me hace esbozar cierta sonrisa el saber que, vía fast track, el órgano legislativo, nuestro flamante e independiente poder legislativo, que no se sujeta a los caprichos de ningún gobernante porque así lo marca nuestra constitución, nuestra gloriosa Carta Magna, emanada de una lucha revolucionaria (parecida a la que tenemos en Veracruz, entre los malos y los peores –lo malo está en saber cuales son los peores-) en 1917 y que firmara el ilustrísmo Varón de Cuatro Ciénegas –¿será por eso que anda todo encienegado?- y que trajera la capital del país a veracruz, aunque sea por un ratito Venustiano Carranza.

Convocó para hoy mismo a una reunión EXTRAORDINARIA del pleno, para –cheque usted bien, lea atentamente las palabras del presidente de nuestro órgano legislativo- “le vamos a dar entrada el día de mañana (hoy) formalmente en la Diputación Permanente, lo turnaremos a comisiones y en cuanto esté el dictamen, que yo espero que esté muy pronto estaríamos en condiciones de aprobarla”, ah, hablamos de que Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, mandó una para modificar el Código Penal y tipificar el delito de “Perturbación del orden público” y castigarlo con una sanción menor a la de terrorismo.

Quiero pensar que no fue por el aviso del huracán que devastaría Veracruz el pasado lunes y por eso suspendieron las clases, porque el asesor que pensó lo anterior, ya debe estar pensando lo sólo que se ha de sentir estar en una celda por haber causado terror entre los padres de familia de los VARIOS MILLONES de niños que asisten a las escuelas de educación básica, lo peor, es que no fue por Twitter, así que ni hablar del cyber terrorismo.

Así que, a petición de nuestro mandatario veracruzano, los siempre muy nobles, leales y atentos diputados, encargados de hacer las leyes en nuestro estado (les voy a encargar una para prohibir que las muchachas guapas se pedorreen, o que los niños se queden sin comer porque los papás no tienen ni para un taco, o que los meseros nos atiendan rápido en el Parroquia porque tenemos reuniones y luego llegamos tarde porque no nos sirven a tiempo.) reformarán el artículo 311.

Así que, ahora, la pena corporal será de 1 a 4 años y multa de 500 a mil días de salario mínimo a quien –cito- por cualquier medio afirme falsamente la existencia de aparatos explosivos u otros; de ataques con armas de fuego; o de sustancias químicas, biológicas o toxicas que puedan causar daño a la salud; ocasionando la PERTURBACIÖN DEL ORDEN PÚBLICO”. Sobre leyes sé poco, sin embargo, a ojo de buen cubero, por cualquier medio se entiende, como dicen los yankys: EVERYTHING, las palabras: “u otros” y “causar daño a la salud” también abarcan las falsas alarmas por ciclones, huracanes, tormentas y demás –en el C4 se pide que se abstengan de hacer llamadas de broma ¿qué no?- que también perturban el orden público.

Pero bueno, eso lo dejamos al criterio de nuestros siempre independientes legisladores locales, que se encuentran al servicio de la ciudadanía aunque, cómo Andrade Sánchez, el ex cuñado de la Trevi, ni cuenta se da por andar, la mayor parte del tiempo, literalmente en el agua y que conste que, EL QUE ACUSA, ESTÁ OBLIGADO A PROBAR SU DICHO, aunque no haya sido así con los twiteros encarcelados, es más ¿Quién los acusó? ¿Realmente los vieron escribiendo lo que dicen que escribieron? ¿Cupo todo aquello de lo que son acusado en 140 caracteres?

Porque para acusar a uno de narcomenudista y a otro de alquilar su casa a narcotraficantes, por favor, a mí, ese cuento, no me lo vengan a contar, primero, porque para ser narcomenudista, debo manejar mucho más que una bolsita de aspirinas y vivo de alquilar mi casa a otros, pos no me voy a poner a averiguar si son Secretarios de Gobierno, Diputados, Policías, Periodistas, Asesores, Gobernadores, Agiotistas, Banqueros –que para el caso es lo mismo- robacarros, Ladrones, Asaltantes, Asesinos Seriales –tipo Hitler o peores, de los que matan por hambre- o Narcotraficantes, a mí lo que me interesaría es que paguen a tiempo y se acabó, a menos que tenga más de una casa y claro, les pida una serie de requisitos para poderles alquilar una habitación en Córdoba, Orizaba, Tuxpan, Coatzacoalcos o donde sea.

A estas alturas del camino, ya estoy pensándolo dos veces: ¿Y si me levantan por escribir así? ¿Y si amenazan la integridad física de mi familia? ¿Y si me dan de balazos? ¿Y…? Sólo me resta el consuelo de Juan, el menor, pero antes de relatárselos les comento: a través de twitter, una de las redes sociales más activas actualmente a nivel mundial, nos hemos enterado que, a pesar de las alertas que ha emitido protección civil, el cauce del río Papaloapan no ha subido mucho, (hasta las 16:30 de ayer), a menos que suba de noche y con el aguacero que no caerá en Xalapa.

Que ya no sólo es el puerto de Veracruz –por obvias razones- la zona de mayor conflicto entre la delincuencia organizada y elementos federales, sino que Xalapa, Coatzacoalcos, Orizaba, Córdoba, la hermosa y pacífica ciudad de Fortín de las Flores, Poza Rica –también por obvias razones- Tuxpan, Alvarado, en fin, los municipios en donde se están suscitando enfrentamientos armados, con espanto para muchos de nosotros y el silencio de quienes, en su papel de servidores públicos deberían decir, por ejemplo, ¿qué hacer si le toca a uno la balacera del medio día en pleno centro histérico? Pero si nuestros legisladores siguen estando al servicio de un partido y no de la ciudadanía, pues, la cultura de la prevención de la vida, del evite estar de mirón a la hora de los cocolazos, del mejor corra y no ande tomando fotos, no porque le confisquen el teléfono, sino porque le puede tocar una ojiva perdida, va a seguir siendo la cultura del esfuerzo del policía que arriesga el pellejo para salvar al funcionario que, se supone, debe ser un servidor público y no privado.

P. D. ¿Sabía usted que, en el bando de policía y buen gobierno, la perturbación del orden público constituye una falta de tipo administrativo y se da por tres razones a saber:

1.- Ingerir bebidas embriagantes en la vía pública

2.- Escandalizar en estado de ebriedad

3.- Faltas a la moral, ocasionadas por las otras dos

La pena por cometer cualquiera de estos delitos o los tres juntos equivale a una pena corporal de 72 horas en prisión y una multa de 500 pesos? No me pregunte porque lo sé, pero le recuerdo que alguna vez fui joven.

Quedo a sus muy apreciables atenciones

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