Una postura crítica del Primer Informe del gobernador de Veracruz: Javier duarte de Ochoa

Raúl Abraham López Martínez*

En un contexto democrático se supone que los ciudadanos contamos con las garantías políticas y jurídicas para expresarnos con plena libertad. También se supone que en una democracia la existencia de las voces críticas se convierte en una condición fundamental para recompensar o castigar el ejercicio de los gobernantes.

Lo anterior, insisto, sucede en un sistema político de tipo democrático.

En el caso de Veracruz nos encontramos todavía muy lejos de poder respirar las bondades de la democracia. Lo que prevalece en la mayoría de los medios de comunicación en este estado, es la sumisión de sus dueños y trabajadores a los convenios económicos que el todo poderoso señor feudal Javier Duarte de Ochoa se ha dignado en otorgarles a través de su alguacil mediático Gina Domínguez (vocera oficial del gobierno de Veracruz).

Esta forma de sumisión entre los medios de comunicación y el poder ejecutivo de Veracruz se reproduce de igual manera en los órdenes del poder legislativo, el poder judicial y los órganos desconcentrados.

A esta matización del escenario político veracruzano, hay que sumarle a una oposición, tanto del PAN y del PRD, que carece de los elementos de análisis para exigirle en su Primer Informe de Gobierno de Javier Duarte una real rendición de cuentas.

Ante esta incapacidad cualitativa, la dinámica que estas formaciones políticas han privilegiado la búsqueda de prebendas para sus legisladores y grupos dirigentes.

Con esta configuración política, herencia propia de los 82 años que lleva el PRI instalado en el gobierno de Veracruz, resulta imposible que se pueda hablar de la existencia de una democrática rendición de cuentas en torno al Primer Informe del delfín de Fidel Herrera Beltrán.

En su lugar, los ciudadanos hemos sido testigos del cinismo del señor feudal Javier Duarte al hablar de que su gobierno se ha caracterizado por poner “orden en las finanzas”, cuando se carece de la transparencia en torno al monto total y manejo de la deuda que Fidel Herrera le dejó a la administración actual.

Sin la adecuada transparencia en este punto medular en el manejo de las finanzas ¿cómo puede señalar Duarte de Ochoa que en su gobierno hay orden en las finanzas?

Lo que hay por parte del gobernador de Veracruz en este punto de su administración es la complicidad con el hombre que lo dejó en el poder, con su padrino que usó los recursos públicos para apoyar su campaña como candidato para gobernador: con Fidel Herrera Beltrán.

Por estos motivos, resulta ofensivo que la estrategia mediática que se encuentra desplegando el señor feudal de Veracruz se encuentre destacando los inexistentes logros de su gobierno.

Sólo los priístas que han sido beneficiados de la nómina gubernamental pueden afirmar que la pobreza en Veracruz se encuentra disminuyendo, o que se ha mejorado en materia de seguridad púbica, o el afirmar de manera temeraria que en Veracruz se alienta y respeta la libertad de expresión.

Y aclaro, me refiero sólo a los pocos priístas beneficiados, porque los que han sido excluidos de las mieles de la administración pública, dudo mucho que compartan la opinión de sus otros compañeros de partido.

Entre el discurso y el hecho hay un gran trecho. Cuando Javier Duarte señala de manera excelsa los millonarios montos que ha destinado su gobierno para el desarrollo social, realmente se encuentra señalando cuanto se encuentra invirtiendo en la maquinaria clientelar que va aponer en marcha en el los procesos electorales federal y local del 2012.

Lo anterior se deduce a partir de la vigencia de un modelo de gobierno centralista, vertical, de cuestionable legalidad, carente de democracia, y falta de transparencia de la función púbica, que le ha permitido al PRI en Veracruz por conducto de cada gobernador en turno, hacer de los recursos públicos su principal fuente para las campañas electorales.

Este es el gobierno que hay en Veracruz, el Veracruz en donde acusan a los twitteros de terroristas mientras que los que han saqueado el erario público disfrutan de la completa impunidad, el gobierno de la fantasía mediática que busca imponerse al aumento de la descomposición social. El Veracruz en donde el presidencialismo del viejo régimen se ha trasladado a las manos del señor feudal: Javier Duarte de Ochoa.

*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx facebook.com/raul.lopezmartinez