Pronunciamiento del Diputado local Marco Antonio del Ángel Arroyo en el Congreso de Veracruz

jueves, 29 de enero de 2015

Si nos preguntamos, hasta el día de hoy qué define la coyuntura política de México; la respuesta sería la ruptura de la legitimidad, de la confianza y de lo que muchos politólogos llaman “la ausencia de densidad nacional”. Las clases políticos declinan inexorablemente cuando el servicio que prestaban ya no es indispensable para el resto de la sociedad. Toda elite política funda su dominación legal a través del mantenimiento de la paz social y la bonanza económica. Desde hace 25 años no hay tal. Basta con mencionar la serie de sucesos trágicos empezando con el fraude de 1988 hasta la actual crisis por Ayotzinapa; pasando por la crisis financiera del 94, la guerrilla en Chiapas, la matanza de Acteal, la guardería ABC, el FOBAPROA, el desafuero a López Obrador ó la elección presidencial del 2006. Todos los anteriores símbolos inequívocos de una transición fallida que no reformó el poder y no les dio una nueva constitucionalidad. En esta tierra mexicana nadie es responsable de nada y nadie rinde cuentas a nadie; estábamos mejor cuando estábamos pior.

Esta crisis también incluye a nuestro estado. Veracruz no es una isla que se puede abstraer del contexto nacional. Recordemos que el legislativo es el futuro, el ejecutivo es el presente, el aquí y ahora, y el judicial es el pasado. Esto implica que se tiene que legislar con visión para construir la sociedad democrática, plural, justa y sin corrupción que aspiramos a ser algún día. No obstante, hoy existen dos grandes retos a vencer dentro de este congreso. La crisis también nos ha alcanzado y nos hemos visto seriamente debilitados y cuestionados por una parte de la opinión pública.


Sostengo que este congreso tiene dos retos. El primer reto que afrontamos es la coexistencia democrática con los demás poderes del Estado, en especial el poder ejecutivo. Es necesario ser crítico y reflexivo ante los señalamientos, iniciativas, posicionamientos y demás que provengan de este. Hay que entenderlo muy bien, se puede ser compañero del ejecutivo, aliado del ejecutivo, pero jamás se debe ser vasallo del ejecutivo. Ahí de aquellos que creen que el beneficio político vendrá por medio de la entrega de la dignidad, la desaparición de la conciencia y la venta de nuestra ideología.

El segundo reto implica una doble tarea para nosotros como mayoría. La primera significa tener la humildad, la empatía y la capacidad para entablar relaciones democráticas con las distintas fuerzas representadas en este congreso. Lo anterior no es más que respetar y no atropellar a la oposición en las formas. La mayoría calificada debe ser utilizada para  generar los mayores bienes públicos, jamás para avasallar a las minorías. La otra tarea que tenemos como mayoría es el ser generosos como primera fuerza en el estado y estar atentos a los pronunciamientos, iniciativas y posicionamientos de la oposición.

Ahí está Octavio Paz con letras de oro en este recinto que recordaba “el pluralismo es relativismo y el relativismo es tolerancia. En la democracia moderna no hay verdades absolutas, las derrotas son provisionales y las victorias son relativas”. La fortaleza de un régimen democrático consiste en un acuerdo básico fundamental que convida a quienes ostentan el poder público a no ejercer acción alguna por destruir a sus opositores y, por otro lado, la oposición acepta no atentar o derrocar a un gobierno legalmente constituido.

Señores y señoras diputados, en Veracruz existe un grave problema, debemos reconocerlo. Los actores políticos son más fuertes que las instituciones. Un ejemplo puntual es el contencioso histórico entre Fidel Herrera Beltrán y Miguel Ángel Yunes Linares. Actores que se han puesto por encima de las instituciones ocasionando la degradación de las mismas. Mantener la influencia a costa del avance democrático o institucional ha sido la constante en el accionar de ambos personajes, dejando de lado el interés público y supeditando todo al interés de su vanidad. Compañeros, el PRI es más que Fidel Herrera Beltrán; el PAN es mucho más que Miguel Ángel Yunes Linares. El pueblo de Veracruz es mucho más que este contencioso histórico.
 
En las palabras de Mario Suarez: “La suerte de todas las transiciones depende mucho del tamaño, calidad y estatura moral de sus dirigentes”.

Dip. Marco Antonio Del Angel Arroyo.
Share this article :

0 comentarios:

Speak up your mind

Tell us what you're thinking... !

 
Director General : Carlos Morales Tapia | Jefatura de Información | Radio, Columna y Espacio Informativo
Copyright © 2014. yo acuso multimedios - Todos los derechos reservados