Nunca entiendo el móvil del crimen a menos que sea pasional
Sabina
Cuando era más joven, me tocó vivir bastantes experiencias, en muchas, fue sólo suerte de principiante y tomando eso como base, precisamente en estos días aciagos han venido a mi memoria dos, una de ellas, una película de 1992 que recuerdo muy bien porque fue el año en que salí de la ciudad de Córdoba definitivamente, justo un año después de la muerte de mi padre y de la que hablaré más adelante.
La otra, es lo que para ese momento me pareció (y todavía lo parece, a pesar del tiempo) Una de las experiencias de voyeur más gratas que he tenido, en el hotel más bello de la zona de influencia de Córdoba, Los Cocuyos, en Huatusco, con un campo de golf de 9 hoyos realmente hermoso, a la altura de los mejores del país, canchas de tenis, habitaciones sencillas y contiguas con todas las comodidades y una alberca que recuerdo aún como si fuera ayer.
Un flaco bajito de apenas veintitantos -y ya tengo 42- y que a decir de muchos, estaba viviendo la vida muy de prisa, tal vez intentando ser como un Allen Ginsberg o un Burroughs –mí ídolo en ese momento y de quien, aún me regocijo al releer Bala Perdida, una de sus novelas más conocidas- quizá, como dijo Othón Arróniz entonces, era sólo un Bukowsky (un borrachito ingenioso) pero con cierta tendencia ya hacia Parménides García Saldaña, el orizabeño que escribió El rey criollo.
Quizá era por esas lecturas que hacía en la época, Henry Miller y su Sexus, Plexus, Nexus o la famosísima Trópico de Cáncer, o tal vez alguna otra novela de Tusquets Editores de su colección “La sonrisa Vertical” que salió en los ‘80s, se me ocurre pensar, tal vez en, Anacaona, del español Vicente Muñoz Puelles, esa literatura erótica que a los 15 le llena a uno la cabeza de muchas cosas, o tal vez, las lecturas de la Jornada los domingos, la sección Erotismos de Andrés de luna.
Lo que vuela a esa edad es la imaginación y uno aprende a observar todo tipo de expresiones corporales, e incluso, lo que es más interesante, a disfrutarlas (entiéndanlo como quieran) y precisamente, el Hotel Los Cocuyos, fue el marco para la presente historia:
“Se pierde en la memoria el porqué, sin embargo, el cómo es una situación muy diferente, muchos reporteros estuvimos alojados en el hotel los Cocuyos, no es necesario recordar los nombres de todos ni el evento, sino lo que sucedió en una sola noche, esa “de cocuyos” la hermosa alberca con agua climatizada, cuando casi todos los huéspedes se habían retirado a descansar, algunos pocos quedamos aún rondando por las solitarias instalaciones, disfrutando de un recreo que no ha vuelto en mucho tiempo.
Me acompañaban en ese paseo de acomodo para una lectura de Anacaona mis delicados sin filtro y una botella de Ron Potrero, que estaba a media vida entre mis manos, el clima agradable y el chirriar de los grillos en la penumbra de la noche, invitaban a buscar un lugar acogedor para poder disfrutar de la lectura, era la época en la que el internet era ciencia ficción y tener una computadora, casi imposible.
Después de haber recorrido con calma gran parte de las instalaciones encontré acomodo en un lugar en que, la vegetación proporcionaba ese espacio de reserva sin ser molestado y sin ser visto, pero disfrutando del leve ruido del agua de la alberca y el chapoteadero, a esa altura, la novela comenzaba a cobrar vida propia, Anacaona, la cacique del Caribe, sostenía amoríos con más de una pareja, la lectura logró atraparme a tal grado que me olvidé, incluso, del imprescindible cigarrillo.
Repentinamente sentí que mi intimidad había sido invadida cuando escuché el chapoteo del agua y unas risas muy peculiares, el ron comenzaba a hacer su efecto tranquilizador y relajante, el momento en que se está cerca del punto medio entre la sobriedad y la embriaguez, cuando la libido se encuentra tan sensible que, el más mínimo intercambio gestual o imaginativo provoca la excitación; vi una pareja que jugueteaba en la alberca, más que eso, sosteniendo un cierto escarceo, una experimentación sexual…
Dos compañeras de televisión se divertían como adolescentes y desde mi posición, pasaba completamente desapercibido, pero perfectamente cómodo para deleitarme con la escena que montaban las dos sirenas cuyas turgentes siluetas se dibujaban en la penumbra; sus juegos se tornaban cada vez más atrevidos; abrazos furtivos, caricias que poco a poco comenzaban a explorar mutuamente el cuerpo de la otra, hasta que sucedió el primer contacto fugaz de las bocas.
Largo rato contemplé a la pareja y sus juegos eróticos, regocijándome con lo que la suerte había llevado a mí, la tenue luz dejaba ver la sensualidad de la pareja que se rozaba y se separaba en un juego del gato y el ratón, provocando un mínimo chapoteo del agua y una elevación de la temperatura corporal que pronto iba a ser necesario satisfacer; quizá, lo pensé, hubiera sido posible unirme al juego, sin embargo, como dice la canción, quién detiene palomas al vuelo, volando al ras del suelo…
Como llegaron se fueron, con risitas pícaras, mano con mano, roces de narices y sonrisillas mezcla de ganas y nerviosismo; las compañeras tenían habitaciones separadas, pero unidas en su interior por una puerta, no estaban juntas pero, lograron convencer a la compañera de pasarse a la otra habitación, imagino la charla: compañerita, es que nos la vamos a pasar platicando un ratote, después, puertas cerradas a cal y canto y el resto, que sea la propia imaginación quien lo dicte.
Los cordobeses, desde siempre, hemos tenido esa rara costumbre de hacer cofradías, tal vez por aquello de que Córdoba –dice la historia oficial- nació con todos los privilegios de una villa de españoles o por lo que comentaba en ocasiones mi maestro Othón Arróniz, por la manía de compartir soledades que se hacen infinita con el ego; al día siguiente, todo transcurrió del modo en que llega a ser cotidiano un evento donde hay periodistas, pero los testigos, quedaron convertidos en estatuas de sal.
Las compañeras eran Velia García y Elizabeth Aguilar, I’ve got the ashes to prove it, que curioso que lo recuerde en estos días aciagos para la alcaldesa de Xalapa, cuando circulan por la supercarretera de la información unas fotos y un video de ella con Shariffe Osman Flores lo cual, por supuesto, nada tienen de especial, para quien esto escribe, lo mismo son las preferencias sexuales de la alcaldesa que del Presidente de la República, la Constitución Política de Los Estados unidos Mexicanos DICE que, como individuos, somos libres de hacer con nuestro cuerpo, lo que se nos venga en gana, siempre y cuando no afectemos a terceros.
Lo malo, que la misma Constitución marca que, en un cargo público como la alcaldía, no se puede tener trabajando a expensas del erario público, a un familiar, consanguíneo o sentimental en primer grado puesto que se comete, de hacerlo, el delito de NEPOTISMO por no tomar en cuenta la competencia de los mismos para la labor, sino su lealtad o alianza.
Lo peor, que la alcaldesa –y esto es un vago pensamiento, no una rotunda acusación- tiene trabajando a su lado a una cordobesa en el área de comunicación social, miembro de la cofradía de comunicadoras que, no sé porque, tiene a la cabeza a Velia García quien, por supuesto, está en Córdoba pero no obsta para que todavía hoy, funja como confidente de la alcaldesa, tanto como para buscar un pretexto y remover a una persona con capacidad, para poner en su lugar a una recomendada.
Ad majorem die gloria, amiga, te la encargo; continúo sin acusar, sólo asumiendo que, elementos multimedia tan privados y que llegaron a manos de Carlos de Jesús, sólo los pudo poner alguien de confianza en esa línea, alguien que, por supuesto, cuenta con los recursos necesarios –económicamente hablando- para hacerlo y pasar desapercibido, o lo que es lo mismo, el enemigo de Elizabeth Morales, está entre su propia gente.
Es sabido que entre la gente de ambiente, la traición y la delación, son moneda de curso legal, sobre todo, cuando el celo profesional –no olvidemos que son comunicólogas con trayectoria- se junta con el sentimental y lo que resulta es, por supuesto, lo que en sus declaraciones a los compañeros de prensa, Elizabeth Morales ha dicho y muy bien, su vida privada hecha pública. Repito, sólo son “acusaciones” conjeturales, porque la mente que actuaba con perversidad ya no está en Veracruz pero como marca el epígrafe del presente texto: nunca entiendo el móvil del crimen, a menos que sea pasional.
SWEET & SOUR
This used to be my playground
This used to be my childhood dream
This used to be the place I ran to
Whenever I was in need
Of a friend
Why did it have to end
Madonna & Shep Pettibone
Recuerdo perfectamente bien, como si fuera ayer, cuando Fidel Herrera Beltrán, todavía gobernador de Veracruz, dijo en y ante el pleno del Congreso del estado de Veracruz –Pipo Vázquez todavía era legislador plurinominal- que en Veracruz, NADA sobre la CONSTITUCIÓN, NADIE sobre la CONSTITUCIÓN, No voy a hacer aquí una apología o un análisis concienzudo de lo que es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, basta y sobra con decir que enseñan eso desde el jardín de niños y muchos la llevamos hasta terminar la carrera.
Los artículos 1°, 2°, 4°, 5° -hago énfasis muy particular en éste artículo- 6°, 7° -también de manera amplia- 8°, 9°, 11° , el 13°, 14°, 18°, 20°, 21°, 22° hasta el 26°, párrafo tercero. No pretendo enseñarle a nadie a hacer bien su trabajo, pero que pena si, con esto, demuestro que lo que están haciendo está mal, mi trabajo como periodista Y en apego a la libertad de expresión, es la de Censurar lo malo que hacen los gobernantes y hacer propuestas que corrijan esos errores.
El pasado 8 de junio, días después de celebrarse la libertad de expresión en el país, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle dijo : “Les pido nos ayuden a hablar bien de Puebla, a no sólo señalar los errores sino difundir las ventajas competitivas que tenemos”, poco tiempo después, pasándose la Constitución por el arco del triunfo, logró que el Congreso de Puebla aprobara una ley que impide la libertad de expresión en todas sus modalidades.
Quienes critican a Moreno Valle, señalan que es un tipo de costumbres exquisitas, que gusta de ver a la gente por encima del hombro y con una absoluta carencia del sentido político y de lealtad hacia su partido, que logró que el gobierno federal, a cambio de información que logre dar con la captura de Mario Marín, ex gobernador de Puebla, le bajara recursos al estado, en medio de una de las más terribles crisis que está viviendo Puebla y en la que quedó, después de la gestión de Marín, razón por la que el PRI perdió ese estado.
Incluso, hay quienes agregan que el actual gobernador de Puebla, tiene en su director de comunicación social, al más grande represor de la libertad de expresión pues, hasta el día de hoy, los medios que vivían de los convenios y participaciones del gobierno del estado, han disminuido al grado de, prácticamente desaparecer cerca de 1500 empleos en el rubro de comunicación; además, de crear, contraviniendo la constitución, leyes que limitan la libertad de expresión, a la publicación de panfletos.
Por fortuna, eso sucede en Puebla, en Veracruz, a pesar de los problemas, la opinión que los legisladores locales de partidos no priistas, de políticos no priistas y de empresarios es contundente: la política financiera de Javier Duarte es una medida necesaria para poder enfrentar la crisis por la que está atravesando la entidad, es muy buena, sin embargo, es necesario que el gobernador haga más para levantar a la entidad que se sostiene prácticamente del turismo.
Sobre todo, los empresarios veracruzanos, la mayoría de estos, los que viven del turismo y que forman parte de un enorme conglomerado que ha generado grandes recursos a la entidad asegura que, el clima de violencia que se vive en Veracruz, ha hecho que el turismo sea prácticamente nulo, el puerto, comento Pedro Pérez, ya no lo quieren visitar, no sea que vaya a haber una balacera y les toque la de malas.
Otro empresario dijo que, el gobierno del estado debería hacer una campaña de prevención para la población civil, en caso de tener la mala fortuna de quedarse atrapado en medio de una balacera, que afirma, son reales, no rumores de Twiteros como sostienen periodistas lambiscones, lo mismo que las fotos de cadáveres que han tirado por toda la entidad y los secuestros de niños, la mayoría, hijos de policías, ex policías y agentes de tránsito que estuvieron o están relacionados con el crimen organizado.
Juan López por su parte, aseguró que el gobierno de Javier Duarte debe abrirse a la comunicación para empezar a sembrar confianza en la ciudadanía, ya que la única forma de recobrar la confianza de la gente, dijo, es acercándose a ella, “lo sucedido la noche del grito, es una muestra de lo impopular que es el gobernador entre la gente, de no haber sido por los acarreados de la alcaldesa y algún amigo que le hizo el favor de última hora, no habría juntado ni las 800 gentes que estuvieron en la calle esa noche.”
Juan López incluso dijo que, siendo invitado a la cena dentro de palacio de gobierno con motivo de las fiestas patrias por el gobierno del estado, le extrañó que, en comparación a años anteriores, los patios de palacio, los pasillos, las oficinas, eran tan transitables como si fuera un día de descanso, “no asistió la gente y fue notable la ausencia de diputados federales y otras grandes personalidades que, desde mi punto de vista, le dieron la espalda al gobernador, definitivamente, tiene que abrir sus canales de comunicación para empezar a llegar a la gente.”
Por nuestra parte, como periodistas, nos preocupa la inseguridad, pero sobre todo, que la acción del gobierno federal sea más eficaz, sin embargo, la cantidad de elementos que posee la federación para salvaguardar la paz social en el país, no es suficiente, por ello, es que se hace necesario que la gente pueda confiar en sus autoridades locales y en los servidores públicos, en quienes se encargan de mantener el orden y la paz social.
Por ello, nos ha llamado la atención el cambio que se está dando en materia de seguridad pública, desde la llegada de Arturo Bermúdez Zurita quien, como lo vemos, ha estado tratando de profesionalizar a los elementos de policía a través de cursos y capacitación constante, los 379 egresados con el perfil del Nuevo Modelo de Policía Estatal, son apenas –y eso esperamos con mucho anhelo- el principio de lo que será la seguridad pública en Veracruz.
Desde nuestra muy humilde visión de las cosas, notamos que el nuevo modelo de policía, está basado en el modelo de la marina armada de México, la cual, está integrada por elementos preparados en todos los aspectos y donde, incluso entre la tropa, el que menos preparación tiene, tiene una licenciatura, mientras que los altos mandos, poseen posgrados, maestrías y doctorados, además de una condición, preparación física y disciplina digna de envidia, no por nada ocupan, a nivel internacional, el número 5 en cuanto a eficacia.
Definitivamente, Veracruz necesita, requiere, le urge volver a la realidad, sin embargo, sabemos del esfuerzo del gobernador Javier duarte por lograrlo y nos mueve el ver que la prensa y los medios masivos se empeñan en manchar su imagen al calificarlo de represor e inepto, o exhibiendo muestras de violencia del orden federal, donde la competencia de la policía estatal es, sólo de apoyo; esperamos que, esa imagen que han creado del gobernador, sea borrada lentamente a través del trabajo y sus acciones que está emprendiendo y que sepa que, entre los periodistas, también tiene aliados, pero hay que acercarse.
Finalmente, no hay que olvidar que, el 2 de octubre es el aniversario número 43 del peor error en la historia de gobierno de nuestro país, el aniversario de una masacre que sólo ha sido superada por los casi seis años de lucha contra el crimen organizado que emprendió Felipe Calderón, porque sabemos que, toda guerra, genera ganancias y flujo de efectivo, pero lo que no queremos es que, esa guerra tenga daños colaterales y más de 60 mil muertos, más la cifras que se desconocen, suman muchos.
Sólo le pido a Dios…
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte,
toda la pobre inocencia de la gente.
-León Gieco, 1978-
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